Nicolás Navas
Moisés Londoño 
Proyecto Calco ha significado plantear la acción de calcar como una posibilidad de creación, reflexión y enseñanza sobre ciertos aspectos temporales y técnicos de la experiencia plástica. En especial, a partir de un trabajo con la imagen y desde nuestro lugar como dibujantes y profesores de dibujo.
El proyecto inicia en el año 2018 (cuando en el curso y finalización de la Maestría en Educación Artística de la Universidad Nacional) empezamos a reflexionar sobre la acción de copiar y repetir, como una forma de llegar a una observación sostenida y detallada dentro de la creación y enseñanza desde la imagen. Encontramos así, en los dispositivos tradicionales de calco como cámaras oscuras, lúcidas (descritas por autores como David Hockney en su investigación el conocimiento secreto) o simplemente en la tecnología de un papel calcante en el que se repisa una imagen fotográfica, una relación particular y la idea de una temporalidad artesanal con la imagen.
Luego de desarrollar varias jornadas de trabajo con diferentes grupos (artistas y estudiantes de diferentes colegios) donde el objetivo era calcar algún tipo de imagen lo mejor posible, empezamos a observar que esto no solo permitía a los participantes tener momentos de profunda concentración, sino que este ejercicio o instrucción en sí mismo resultaba en una metodología de trabajo, es decir: que la acción de calcar una imagen con el mayor rigor posible implicaba necesariamente detenerse, observar, recorrer, fragmentar, una y otra vez. Una serie de momentos en simultáneo y/o paralelo que buscaban un esfuerzo por el estar, el sostener la mirada desde una acción mecánica: recorrer la imagen de forma fragmentada, repisar las líneas y llevar a término la imagen que está en estado de suspención en la hoja calcante.
Trabajar con estas tecnologías y maneras de dibujo han presentado otra relación de observación, conciencia y  estructura de la forma que se calca. El dibujante observador de la imagen (siendo nosotros los primeros en conocer esta experiencia) podía entrar en diversos estados de conocimiento del objeto y el mundo a dibujar, pero también en estados meditativos o de reflexión acerca de su propia visión y la complejidad tecnológica del aparato de visión-representación al que se enfrentaba.
Poco a poco, el calco nos va mostrando otro tipo de continuidades y estructuras sobre los objetos e imágenes que nos interesan. Y en ello, nos ha permitido pensar con otros la infinita complejidad y particularidad tanto de la imagen como del mundo que nos rodea. Pensar el tiempo de los objetos aparentemente más simples, sus pliegues y densidades que en la cotidianidad pasamos por alto. Nos ha enriquecido en la experiencia del mundo y su tiempo. Pero además, nos ha permitido reflexionar sobre ciertas formas de trabajo y sus posibilidades, como el dibujo digital, la fotografía y el desarrollo tecnológico de las máquinas para ver de forma más intensa, más detenida o más profunda como en el caso del proceso con el IED La Pradera.  
Como profesores nos vemos enfrentados a lógicas de trabajo donde el proceso pedagógico se traduce  en el abordaje frenético de contenidos forzando una secuencialidad. Las mallas curriculares de las disciplinas son un conjunto de procesos que buscan optimizar el tiempo logrando el mayor despliegue posible. Sin embargo, como dibujantes experimentamos la potencia del permanecer, la posibilidad que permite sostener la acción y lo profundo y trascendente que puede resultar un proceso repetitivo que lleve a un estado de concentración. Conjugar en un espacio escolar ambas realidades fue una apuesta que nos propusimos para el 2019.
El proceso que se recoge en estos vídeos, fotografías y dibujos corresponde a esta exploración propuesta en la IED La Pradera durante el año 2019 con el grado séptimo. Donde a partir de una serie de intuiciones empezamos a orbitar la idea del calco, no solamente como un ejercicio reiterativo, sino como una forma de habitar y nombrar una metodología que se convoca a la hora de accionar desde este.
Propusimos una serie de ejercicios que se fueron transformando, adaptando y marcando su propio proceso orgánico y dialógico, todos sobre la base de la observación rigurosa, detenida y constante de un lugar específico, para este caso un lateral del colegio. 
Calcar durante un año:
Durante todo el proceso lo que llamamos temporalidad artesanal fue apareciendo y complejizándose por la relación con el colegio y sus estructuras. Creemos que de alguna manera apareció el tiempo (incluso otro tiempo) y el hacer como una pregunta para el cuerpo, la mirada y su sentido; surgieron otras preguntas, que desde esta instrucción o repetición sin fin (pues siempre se puede repetir y mejorar la imagen) nos relacionaban con el valor de la repetición en sí misma, del hacer, y el reconocer o aprender algo en contravía del avance conjunto y parametrado.
Pero además, en la repetición los estudiantes fueron conjurando otras tecnologías para calcar y dibujar cada vez de maneras más precisas: descubrieron que la luz, el afilado de las herramientas, los vidrios, las superficies y su unión en dispositivos mecánicos podían desarrollar precisión y dejarles ver más; conjuraron sus propias preguntas entre el cómo y el para qué, con los cuales hoy reformulamos límites de la acción de calcar y generamos maneras propias de mirar o hablar sobre la experiencia.
En su repetición, el dibujo puede ser comprensión y silencio, detonador o cerco de comprensión.
Presentamos algunas de las imágenes producidas durante este proceso de dibujo, tanto por el grupo de estudiantes en sus reiteraciones y repeticiones de dibujo sobre las imágenes de este espacio inmediato que es la cancha y el salón de clases, como por nosotros mismos; que en la reiteración de observarlos dibujar, encontramos la necesidad de calcar sus gestos y procesos de dibujo. En ellas, vemos materializado un movimiento en la mirada de parte y parte, así como la especialización de un pensamiento en el dibujo, que condensa temporalidades particulares a través de la acción de trazar, entrar cada vez en detalles y aspectos técnicos y reflexionar desde la repetición.
Así, compartimos varios de los calcos en mediano y gran formato sobre detalles de la cancha y parte de la arquitectura interior del colegio. En su mayoría, estas imágenes fueron repetidas varias veces, conversando lo que implicaba su repetición e integrando cambios tecnológicos desde necesidades propias: como el afilado y cambio de herramientas de trazado, la búsqueda de luz con vidrios y celulares y el tiempo de trabajo sobre áreas concretas de cada fotografía escogida. Son imágenes en medio pliego y pliego, en su mayoría sobre papel pergamino y realizadas en grupos de 3 o 4 estudiantes. Algunas son el primer dibujo y otras la tercera o cuarta versión de la misma imagen, en las que se ven nuevos gestos, detalles y formas distintas de habitarla.  
También sobre esta mirada constante, trazado y repetición presentamos un proceso de calco de una secuencia de trazado y borrado, parte de un video de registro de un estudiante. Con el cual, se realizó un ejercicio de repetición, dibujando desde cero cada cuadro y experimentando en la reiteración la focalización en algunos gestos o detalles, la transformación progresiva de otros y la atomización del pensamiento sobre los detalles, y lo que implican decisiones sobre qué y cómo calcar. En él, algunos elementos como un transportador y la propia imagen que traza el estudiante (que aparentemente no tienen tanto movimiento) nos llevaron a un proceso de repetición en cada fotograma de la secuencia, en los que percibimos cambios mínimos y enfrentamos situaciones técnicas como copiar el movimiento, el desenfoque o las texturas donde las líneas se diluían en capas de manchas. ¿Cómo se hace evidente la condición abstracta o ficcional de la línea? ¿Cómo condensar el movimiento y el tiempo en la imagen? ¿Cómo mirar estas imágenes que encierran texturas mínimas para transmitir su temporalidad? ¿Qué le sucede al cuerpo que calca y habita la imagen? y ¿Cómo hablar de ello desde el ejercicio propio del dibujante? son preguntas que siempre vuelven y hacen parte de este zoom que es entrar y salir del calco, el dibujo y su problematización en procesos pedagógicos y colectivos.
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